viernes, 16 de abril de 2010

El 8% del ADN humano procede de un virus, no de la evolución

Científicos de la Universidad de Texas en Arlington, Estados Unidos, han revelado que alrededor del ocho por ciento del material genético humano procede de un virus, y no de nuestros ancestros.

Una investigación realizada por estos especialistas demostró que los genomas de nuestra especie y de otros mamíferos contienen ADN derivado de la inserción de bornaviridae, una familia de virus que contiene una única especie, el virus de la enfermedad de Borna.

La asimilación de secuencias víricas dentro del genoma huésped se produce mediante un proceso conocido como endogenización. Hasta ahora, se creía que los retrovirus eran los únicos virus que generaban estas copias endógenas en los vertebrados.

Pero, según los investigadores, se ha comprobado que también los bornaviridae pasan de padres a hijos a través de los genes. Este ADN transmitido por vía vírica puede causar trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia, así como mutaciones con consecuencias médicas y evolutivas.

El estudio, liderado por el profesor Keizo Tomonaga de la Universidad de Osaka en Japón, reveló que los genomas de los humanos y de otros mamíferos contienen ADN derivado de la inserción de bornavirus, ARN-virus cuya replicación tiene lugar en los núcleos de las células. En el artículo publicado en Nature, se especula sobre el rol de tales infecciones virales, con consecuencias médicas y evolutivas. Esta endogenización hasta ahora era conocida solo causada por retrovirus, y esta es la primera vez que un no-retrovirus se ha encontrado endogenizado en los mamíferos a través de la evolución.

El Bornavirus (BDV) debe su nombre a la ciudad de Borna, Alemania, en la que una epidemia vírica en 1885 infectó los caballos de un regimiento de caballería. El BDV infecta desde pájaros hasta mamíferos, incluidos humanos. Es un virus único, porque solo infecta neuronas, estableciéndose persistentemente en el cerebro del huésped, y su completo ciclo vital tiene lugar en los núcleos de las células infectadas.

El autor del artículo, el profesor de Biología de la Universidad de Texas, Cédric Feschotte, comenta que la íntima asociación del BDV con los núcleos de las células, impulsa a los investigadores a indagar dónde han dejado los bornavirus registros de pasadas infecciones endógenas. Según Feschotte, dichas inserciones de BDV pueden ser la causa de mutaciones en los cerebros de los individuos infectados, causando desórdenes de conducta o esquizofrenia.

Fuentes:
•http://www.nature.com/nature/journal/v463/n7277/full/nature08695.html

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